Borges, catorce e infinito

Uno de los relatos de Borges que más han calado en mi ser es La casa de Asterión, donde el autor toma un mito griego para reconfigurarlo hacia una experiencia totalmente diferente. Un punto que me llamó la atención desde la primera vez que lo leí fue la relación constante entre catorce e infinito. Quedaría como una curiosidad aislada de no ser porque esta referencia aparece en varias narraciones. Resulta interesante que Borges eligiera el número 14 cuando tuviera que elegir cantidades o fechas. Por ejemplo:

• El 14 de enero de 1922 Emma Zunz recibió la carta que le anunciaba la muerte de su padre.
• Es una fórmula de catorce palabras casuales (que parecen casuales) y me bastaría decirla en voz alta para ser todopoderoso.
• El 14 de diciembre de 1941 María Justina Rubio cumpliría cien años.
• El original dice catorce, pero sobran motivos para inferir que, en boca de Asterión, ese adjetivo numeral vale por infinitos.

Hasta ahora no he encontrado ningún artículo o estudio académico en torno a esta elección personal de Borges. Me atrevo de decir que no es coincidencia precisamente porque hablamos de un escritor que cuidaba cada detalle y su uso de referencias rara vez es producto del azar. Si nos trasladamos a una perspectiva cabalista podríamos inferir que ninguna palabra, número o letra es casual, por lo que ésta elección del autor por cierto número en particular tiene una justificación.

¿Y cuál es tal justificación?

Lo ignoro todavía. Cuando se trata de buscar información respecto al catorce como número cabalístico, Internet no es una fuente de información confiable cuando se termina navegando entre información sobre ángeles, chamanes, teorías de la conspiración y respuestas inverosímiles. He encontrado versiones sobre que el catorce es la letra hebrea nun (נ), transmutación, cambio, metamorfosis, doble perfección espiritual (al ser múltiplo de 7), liberación y un extendido etcétera. No obstante, he preferido no ahondar en estas posibilidades porque las fuentes no son del todo fidedignas.

Mientras tanto, seguiré buscando. Si un objetivo de Borges con estos guiños era que sus lectores se devanaran un poquito los sesos, lo ha conseguido.

¿Conocen otras curiosidades numéricas en la obra de Borges?